¡Oh buen Ángel Custodio! bendito protector mío,
¡oh mi dulce y amoroso tutor!
da las gracias en mi nombre al Altísimo
por tantos beneficios que me concede día a día,
por estar pendiente de mis necesidades
y por haberse dignado destinarte a mí para ser mi compañero.
¡oh mi dulce y amoroso tutor!
da las gracias en mi nombre al Altísimo
por tantos beneficios que me concede día a día,
por estar pendiente de mis necesidades
y por haberse dignado destinarte a mí para ser mi compañero.