Bienaventurado mártir,
milagroso san Felipe de Jesús,
Patrono Celestial de México y de las Américas,
Gloria Cristiana del lejano Oriente,
y valioso intercesor para todo el que te invoca:
¡ruega por nosotros!
y valioso intercesor para todo el que te invoca:
¡ruega por nosotros!
Alentado por mi fe sincera,
por los milagros que a diario concedes
y por la asistencia que das a tus fieles,
acudo a ti con toda mi confianza.
Oh Santo aclamado, tengo muchas necesidades
y sé que tu puedes darme el socorro que me hace falta.
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