Señor, Dios grande y bueno, Padre todopoderoso,
soberano de Cielo y tierra, Dueño de todo lo creado,
soberano de Cielo y tierra, Dueño de todo lo creado,
que manifestaste a tu Hijo en
este día a todas las naciones,
recibe nuestro agradecimiento por lo mucho que nos das
y escucha nuestras humildes y sinceras plegarias.
Oh Jesús, gloriosísimo Niño de Belén,
y escucha nuestras humildes y sinceras plegarias.
Oh Jesús, gloriosísimo Niño de Belén,
que fuiste visitado por los
Reyes Magos,
hombres poderosos, sabios y lejanos
que guiados durante su camino por
la luz de su fe
llegaron gozosos ante ti, pobre y
desvalido,
y, postrados de rodillas, te
adoraron como Dios;
como símbolo de acatamiento te ofrecieron oro incienso y mirra,
te reconocieron como el Mesías
anunciado,
y te glorificaron
por encima de todos los reyes de la tierra.