¡Oh Dios Padre Misericordioso!,
concédeme la dicha de saber imitar a santa Inés virgen y mártir,
que siendo aún casi una niña
ofreció en Roma el supremo testimonio de la fe,
consagrando con el martirio el título de la castidad,
ayúdame a seguir sus pasos,
a ser fiel al amor de tu hijo Jesús,
a ser fiel al amor de tu hijo Jesús,
que murió por nosotros en la Cruz,
fiel en lo mucho y en lo poco,
fiel en la alegría y en la tristeza,