¡Oh Divino y Justo Juez!, hacedor de cielo y tierra,
protector universal donde todo el bien se
encierra.
Rey de Reyes sin igual,
Juez de suprema virtud que a las almas dais
salud,
con vuestro infinito poder paternal
¡Oh Señor Redentor mío!, Salvador del universo,
por vuestro infinito amor, defiéndeme del
adverso,
apártame de todo mal, líbrame de la envidia y la maldad,
que mi vida esté llena de bendiciones, paz, justicia y prosperidad.
Vos me guiaréis, sois mi luz, mi protector y mi
gloria,
por vuestro infinito amor, defiéndeme en toda
hora.