Nuestra Señora de la Sonrisa, Madre de la alegría,
vengo a ponerme delante de tus ojos buenos,
acudo a ti buscando tu consuelo maternal y amoroso
para superar y vencer las contrariedades y temores
que tanto me preocupan y me apenan,
para que me ayudes a enfrentarme y salir cuanto antes
de las circunstancias desfavorables e infortunadas
por las que paso en estos momentos de dolor y aflicción.