Mi adorada y amada Virgencita Milagrosa
benignísima Madre de misericordia, de caridad y bondad,
hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo,
Esposa del Espíritu Santo,
alabada y glorificada seas por todos y por siempre,
a Ti encomendamos nuestra fe para que la aumentes
y nuestra esperanza para que la alientes,
a Ti encomendamos nuestras tristezas y padecimientos
para que las tornes en alegría, entereza y vitalidad.