Oh Santo Niño Mueve Corazones,
Niño preciosísimo, mi buen Jesús,
descanso de todas las penas, auxilio en la adversidad,
Amor infinito que nos amas más de lo que podemos imaginar
perdona mis ofensas pasadas, mi dejadez,
y escucha benigno las plegarias que te dirijo sinceramente,
derrama tu poder, tu misericordia y gracia,
y por intercesión de tu Madre, la Virgen Purísima,
concédeme el remedio de los males que me aquejan.