Oh, Teresita del Niño Jesús, espejo de pureza angelical,
ahora que gozas merecidamente en la Gloria
de las recompensas de tus virtudes,
vuelve hacia mi tus ojos de misericordia
y por tu bondad y clemencia,
por tu promesa de no dejar sin atender
ninguna de las peticiones que se te hicieran,
y por tu poder ante el Sagrado Corazón de Jesús,
ruega hoy a Dios que me alcance solución
en este para mi imposible y urgente problema