Virgen de Regla, oh dulce Señora mía,
Majestuosa, Preciosa y Divina,
Reina y Señora nuestra;
Majestuosa, Preciosa y Divina,
Reina y Señora nuestra;
omnipotente y eterna Madre Universal,
poderoso principio, génesis de la vida toda.
Dueña de los tesoros del mundo.
soberana en tus dominios del Mar:
por Ti fuimos, somos y seremos.
Tú que tienes el corazón lleno de tesoros,
y siempre abierto al perdón y comprensión de tus hijos,
y siempre abierto al perdón y comprensión de tus hijos,
tú que sirves de guía y luz
en el mar borrascoso de la vida,
tú que la naturaleza concebiste,
atiende mis suplicas esperanzadas y sentidas.
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