Señora nuestra, Virgen Santísima,
María Reina de los Apóstoles,
escogida para ser Madre del Señor,
y hecha madre nuestra y de los Apóstoles
por Jesucristo desde la Cruz.
A Ti llegamos buscando alivio y remedio en las penas,
a Ti clamamos en nuestros problemas y carencias,
en Ti depositamos nuestras esperanzas e ilusiones
pues sabemos que en todo momento nos escuchas y atiendes
y que haces posible lo que nosotros no podemos solucionar,
por ello, oh María, estás en nuestros pensamientos
te lo decimos amada Madre de todo corazón.
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