"Acoge mi plegaria, Señor, y que mi voz se eleve hacia Ti.
No desvíes tu rostro de mí. Inclina hacia mí tu oído.
Cualquier día que yo te invoque, acógeme con prontitud.
(inicio del Salmo 101).
Escúchame Dios mío, dame tu atención y recibe mis suplicas:
en estos duros y aciagos momentos te ruego comprensión,
ayúdame a salir con bien y cuanto antes
de los problemas que existen en mi matrimonio, en mi pareja,
no dejes que se termine esta relación,
te lo pido por el bienestar de mi familia y el mío.
Seguir leyendo
Seguir leyendo