¡Oh Abogada poderosa y amable Salvación nuestra,
Santísima Virgen María!
Bendita Divina Pastora de las almas,
Tú que acoges con infinito amor y delicadeza
a todos tus hijos sin excepción
y tienes predilección por los pequeños,
los débiles, los necesitados y los que se extravían,
por favor, guía y orienta mis pasos en esta vida
y dame fortaleza cuando me encuentre en la adversidad.
Tú que acoges con infinito amor y delicadeza
a todos tus hijos sin excepción
y tienes predilección por los pequeños,
los débiles, los necesitados y los que se extravían,
por favor, guía y orienta mis pasos en esta vida
y dame fortaleza cuando me encuentre en la adversidad.