¡Nuestra Señora de la Concepción Aparecida!
¡Santa Mujer revelada por Dios, nuestro Padre Eterno,
¡Santa Mujer revelada por Dios, nuestro Padre Eterno,
que habrías de aplastar la cabeza de la serpiente
en tu Concepción Inmaculada! a Ti clamo con amor,
¡María, elegida desde toda la eternidad
para ser Madre del Verbo Eterno y abogada nuestra!
en tu Concepción Inmaculada! a Ti clamo con amor,
¡María, elegida desde toda la eternidad
para ser Madre del Verbo Eterno y abogada nuestra!
a Ti te entrego mi amor, a Ti me doy en cuerpo y alma.
¡Dada como Madre a todos los hombres sobre el calvario,
en la persona de san Juan, Apóstol y Evangelista!
¡Dada como Madre a todos los hombres sobre el calvario,
en la persona de san Juan, Apóstol y Evangelista!
a Ti llegamos suplicantes a solicitar tu santo auxilio
en estos tristes momentos en los que nos encontramos,
queremos pedirte alejes de nosotros el desaliento
y nos resguardes bajo tu Manto de Amor y Esperanza.