Amabilísimo Señor Jesucristo,
verdadero Dios,
que del seno eterno del Padre Omnipotente,
Tú fuiste enviado al mundo
para absolver los pecados, redimir a los afligidos,
para absolver los pecados, redimir a los afligidos,
soltar a los encarcelados,
congregar a los vagabundos,
conducir a su patria a los peregrinos;
compadécete de los verdaderamente arrepentidos,
consuela a los oprimidos y atribulados;
dígnate absolver y liberarme a mí .......
(di tu nombre con los apellidos),
(di tu nombre con los apellidos),
a, mí que soy tu criatura,
de la aflicción y tribulación en que me veo.