¡Oh san Antonio Abad bendito!,
tú que tuviste una confianza ilimitada en Dios,
que supiste estar alegre en las tribulaciones
rechazando en todo momento las tentaciones
con las que el maligno te acechaba,
¡Oh Purísima Virgen!, bendita entre todas las mujeres, que fuiste preservada de toda culpa desde tu concepción por singular gra...