Oh prestigioso y triunfante san Jorge,
poderoso “caballero campeón de dragones”,
servidor fiel de Dios, mártir invencible de la fe,
y verdadero ejemplo de los humildes,
tú que de los vicios y de las energías perversas
nos has defendido tantas veces con tu lanza,
para transportarnos a la Luz,
acude a nosotros una vez más
para que en la lucha contra aquello que nos daña