La siguiente oración es una carta escrita por la Gloriosísima y Santísima Virgen María para  saludar a los habitantes de la Ciudad de Mesina.  Allí es donde el Apóstol San Pablo predicaba el Evangelio. Fue descubierta el siglo I de Nuestro Señor  Jesucristo, y conservada por años en el relicario del Altar Mayor. 
Los que leyesen esta oración serán premiados.  Igualmente se premiará  a los que la escuchasen al ser leída o a los que la llevasen en su persona.  A todas estas almas se  les promete que no morirán repentinamente; ni se ahogarán; ni serán afectados por el  veneno.  No caerán en manos de sus enemigos; ni serán consumidos en ningún incendio;  ni derrotados en la batalla...
Grandes gracias se conceden a los que lean o lleven consigo una copia de esta carta, que se ha convertido en una Oración muy poderosa, y se conoce como:   
GLORIA A JESÚS Y A MARÍA
"Yo, María Virgen, Sierva de Dios, Nuestro Señor, 
  
Pedir lo que se desea conseguir con mucha fe  
y confiando plenamente en Jesús y María.  
 
  
 
  
Oh Santísima Virgen María, oh madre mía,
Repite confiadamente las peticiones
Las oraciones y los rezos se hacen, por la mañana y por la noche,
y humildísima Madre de  Jesucristo, 
Hijo de Dios Todopoderoso y Eterno, 
saludo a todos los que habitan en Mesina. 
A todos les deseo salud y bendición en Nuestro Señor.
Ya habéis aprendido algo de los embajadores que se os han enviado,
A todos les deseo salud y bendición en Nuestro Señor.
Ya habéis aprendido algo de los embajadores que se os han enviado,
y habéis recibido el Evangelio, 
reconociendo que el  Hijo de Dios se hizo Hombre, 
y que sufrió Su Pasión y muerte por la salvación del mundo. 
También habéis aprendido que Él es el Cristo
También habéis aprendido que Él es el Cristo
y el verdadero Mesías. 
Haced esfuerzos de perseverar, os suplico.
Y mientras tanto, os prometo a vosotros
Haced esfuerzos de perseverar, os suplico.
Y mientras tanto, os prometo a vosotros
y a toda vuestra posteridad,  
mi asistencia en la presencia de mi Hijo.
María, Virgen, humildísima Sierva de Dios."
Haced esfuerzos para que se conozca esta oración,
y propagadla en todas partes.
Rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias.
María, Virgen, humildísima Sierva de Dios."
Haced esfuerzos para que se conozca esta oración,
y propagadla en todas partes.
Rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias.
OREMOS 
Oh Jesús, dulcísimo Corazón de amor,
Oh Jesús, dulcísimo Corazón de amor,
yo pongo toda mi confianza en tu bondad y misericordia, 
creo en tu amor por mi y todo lo espero de Ti, 
que tu protección y ayuda estén siempre conmigo, 
que tus brazos sean mi seguro refugio, mi defensa, 
ante todo enemigo y ante cualquier adversidad, 
líbrame de todo lo que inquieta y perjudica mi vida, 
guía mis pasos, dame tu auxilio y comprensión 
y lléname de bendiciones para que no sufra. 
Así sea.
Así sea.
Oh Santísima Virgen María, oh madre mía,
Inmaculada reina de la paz y esperanza mía, 
ruega por todos los que a Ti llegamos,
  alcánzanos de tu Hijo Jesús un corazón puro y humilde, 
y ruégale por nuestras necesidades; 
guíame por caminos seguros, aparta de mi la maldad, 
aleja todo mal, enemigo y peligro de mi vida 
y no me abandones nunca, no me dejes jamás; 
ayúdame a poner en practica las Enseñanzas de Jesús 
derrama tus gracias sobre todos los que a ti acudimos 
y haz que, sin olvidarnos de Ti, sin dejar de amarte, 
tengamos siempre salud, bienestar y paz. 
Así sea. +
Así sea. +
Repite confiadamente las peticiones
y reza con fervor un Padrenuestro y un Avemaría.
Las oraciones y los rezos se hacen, por la mañana y por la noche,
durante tres días seguidos, o los que se consideren necesarios. 
TAMBIÉN TE PUEDEN INTERESAR ESTAS ORACIONES:
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
0 comentarios:
Publicar un comentario